lunes, 6 de junio de 2011

Lunes 6 de Junio - Crónicas del exilio 2.0

Ayer por fin llegué y me instalé. Cuando se fueron todos, allá por las 9, cené tranquilamente… bueno, con un solo percance, y es que parece ser que la tostadora no salta por sí sola. Claro, yo seguía haciendo otras cosas mientras esperaba, hasta que me pareció que la demora era excesiva. Entonces la paré y efectivamente, se había pasado de tueste. Vamos, que se había quemado y eso estaba más duro y más seco que una piedra. Aún así, pude salvar las tostadas, puesto que no me quedaba otro remedio, tengo las rebanadas de pan de molde contadas y justas para la cantidad de días que los utilizaré. Las salvé rascando con un cuchillo la parte excesivamente quemada y negra, sobre el fregadero, animándome porque debajo de la capa de quemado, aún había chicha de tostada sin quemar. Bien, terminé mi faena, y fue entonces cuando me percaté de que el fregadero estaba lleno de migajas diminutas y negras, hasta el escurreplatos. Habían saltado a lugares inimaginables… Menuda liada. Pero bueno, ya me entretuve luego también limpiándolo. Cené tranquilamente, con música en el ordenador, porque la verdad es que no me salió de dentro poner la tele, nunca hacen nada bueno, y si lo hacen me quedo viéndolo y no hago nada de provecho. Y claro, tanta música… al final acabé bailando un ratito. Eso al menos me permitió entrar en calor, ya que aquí por las noches refresca un poco más. Me sentí bien durante un rato. Luego me di cuenta de que era tarde y que debía hacer algo, porque si no perdería el poco tiempo que me quedaba del día. Me saqué los apuntes, los dejé encima de la mesa… y acabé leyendo. Total –me dije- aún tengo toda la semana, mañana empiezo.

Cuando terminé el libro del Marqués de Sade, no se me quedó sabor agridulce como muchos de los libros que lees, sino que esta vez se me quedó un estado interno de casi shock. Definitivamente, es un libro raro, muy diferente, tiene ideas que la verdad, no se ven todos los días. Lo peor de todo es que están argumentadas (algunos argumentos me parecen contradictorios e incluso infundamentados) pero el resto está todo bien organizado y justificado… Y claro, que te justifiquen el crimen, la violencia, el incesto, el adulterio, la prostitución y por el contrario te condenen cualquier virtud o sentimiento hacia otro ser pues, como se comprenderá, no es algo que ocurra a diario.

Con esa sensación tan extraña me fui a dormir, y me di cuenta de que esa cama es incómoda. La almohada es tan blanca que se me hunde la mitad de la cara, tal que la misma almohada me tapa la visión de ambos ojos: el que está hundido, y el que bloquea con lo que se levanta al apoyar yo mi cabeza. Es una cama pequeña y bueno, tardé en dormirme por incomodidad. Me desperté súbitamente sobre las 9 de la mañana, pero juzgué que aún no era hora de levantarse, pues seguía teniendo sueño y me acosté sobre la 1 de la noche. Así que dormí una hora más.

Y nada, ahora he desayunado en la terraza, con un sol de justicia. Al principio le parece a una que es la gloria del paraíso, pero te acaba asfixiando. Me he entrado dentro, y me he puesto a escribir, pero ya mismo me voy a poner con las prácticas, por si al final he quedado con Seira, tengo que tener ya casi todo adelantado, para ponerlo en común. Que mi vagancia y tendencia a dejarlo todo para el final y hacerlo rápido y mal no influya en mi pobre compañera de prácticas. O estudio parasitología, ¿o ampliación a la fisiología? ¿Y si me dejo alguna de las dos? Uff, que difícil todo… ¿Qué me hago hoy de comer?

Bueno,  esta mañana ha sido algo productiva, ahora esta tarde en un rato me dispongo a partir hacia Alicante con el tram para asistir a clase de Tribal, que no me lo pienso perder, por supuesto. Me acabo de acordar también que en la estación del tram del mercado hay wifi, por lo que bien cuando salga de clase, bien ahora cuando vaya (o en ambas ocasiones), me quedaré un rato allí gorroneando internet para ponerme al día de las cosas que suceden en el mundo de allá fuera, ver si mañana tengo que ir a la uni o qué y planificarme un poco las cosas. Actualizaré el blog con esta parte del diario que corresponde a hoy mismo, para dejar constancia cada vez que me conecte de todo lo que me va sucediendo. Creo que también le dejaré una carta a Pablo en su buzón de correo de Hotmail, para contarle unas impresiones superficiales del libro que terminé ayer, ahora que lo acabo de leer y tengo visión de conjunto del mismo. También me ha llamado la atención una noticia de carácter social que he observado en la televisión. No era una noticia cualquiera como las que se suelen ver normalmente, reflejaba un aspecto de la sociedad actual derivado de la vida en las ciudades. Cuando he puesto la televisión, ya estaba acabando, sólo he llegado a escuchar que 1 de cada 9 vascos (supongo que sería un ejemplo o que el estudio ha sido realizado en dicha comunidad) no tenía amigos. Así de simple. Que la soledad de estos ciudadanos vascos (y lo han extrapolado también a todos aquellos que viven en cualquier  ciudad) era cada vez mayor. Han salido dos chicos a quienes preguntaban la cantidad de amigos que tenían y contestaron ambos que 4 o 5, que podían contarse con los dedos de una mano.

Más allá de la simpleza o superficialidad que pueda parecer que tiene la noticia, lo intrínseco de la misma es inquietante y se puede extraer mucha información o mucho caldo de cultivo para un estudio social del individuo actual. Este estudio acarrea una deshumanización de los ciudadanos para con sus vecinos. Uno no se siente implicado con el resto de gente con la que convive, a pesar del hecho de que en las ciudades existe una aglomeración de gente mayor que en el campo y la cercanía o el roce con el resto de seres humanos debería generar más lazos. Por el contrario, los lazos familiares eran los que se habían fortalecido en este proceso de metropolización. Una imagen de una numerosa familia comiendo juntos en la misma casa escenificaba el comentario del narrador de la noticia.

Paradójicamente, cuanto más “en masa” conviven los individuos, estamos viendo que más individualmente se comportan. Luego es probable que en medio de un conglomerado de gente, se produzca un efecto sinérgico y los individuos acaben agobiándose con una cantidad de gente que en realidad no les aporta lo más mínimo. Me planteo que se podría declarar la obsolescencia de las ciudades como modo de organización de la vida humana. Sin embargo, la cercanía de acceso a los recursos, la comodidad de tener que desplazarse poco para obtener lo que se necesita, para ir a trabajar, dificultaría otro modo de vida en el que la distancia jugase un papel más importante. Quizás próximamente, los lazos familiares acerquen tanto a sus componentes que dichas familias acaben viviendo como vecinos, pues les es más cómodo estar cerca de aquellos con los que sienten que sí tienen un lazo, de tal manera que acaben creándose núcleos familiares en los distintos edificios o zonas de las ciudades. Aún queda mucho camino, pero si alguien se ha entretenido en analizar la sociedad, la ha estudiado y se ha llegado a presentar una noticia en los informativos del mediodía con esa temática, supongo que el efecto o el cambio respecto a otros años es bastante más notorio. Al fin y al cabo, miradme a mí… En San Juan, sin tener trato con nadie en absoluto las 24 horas del día, y aventuro que aparte de mi familia cercana (y tampoco creo que mucho), solo dos personas y mi gata podrían llegar a echarme en falta. Y fíjate que los gatos no son muy cariñosos…

Cuando tenga más tiempo seguiré con mis reflexiones por escrito, sin embargo, dejo el trabajo de este estudio a algún sociólogo. Yo no pinto nada opinando sobre lo que la gente hace o deja de hacer ni sobre lo que sienten hacia sus vecinos cociudadanos; ahora tengo que ponerme a hacer cosas: Seguir con los cálculos de las prácticas, hacer la fregaza, cambiarme e irme a coger el tram. Parece que no, pero ni aún así el tiempo me resulta suficiente, ¡ya son las 5 de la tarde! Creo que no me da tiempo a escribir la carta.
Vale, por fin conseguí sacar el peso molecular de hipoclorito sódico. Gracias a un programita friki que casi olvidaba que tenía en el móvil. Una tabla periódica con un montón de propiedades de los elementos cuando pinchas en ellos. Lo sé, es una frikada, pero lo bajé en mi ansia de meterle cosas chulas y/o entretenidas al móvil y andaba por ahí. Me ha salvado, he podido terminar la práctica 6 con éxito sin tener que recurrir a internet. 

Hoy también después de comer he visto unos diez minutillos o así de un documental sobre el espacio. Se llamaba creo que “Hunting the edge of space – The ever expanding universe”. Me ha suscitado ideas que he anotado en Word mientras lo veía. He tomado un par de apuntes rápidos de lo poco que he visto, pues ya estaba empezado cuando lo he puesto. Esto de mecanografiar (a lo cutre) está haciendo que coja habilidad con la escritura a ordenador, me alegro mucho de ello. Tiempo bien empleado. Os expondré lo que he pensado sobre ello otro día, hoy si lo hago perderé el tram.

Buenas noches, supongo, si no pasa nada nuevo que deba escribir.

1 comentario:

  1. Tengo que leerme yo ese libro xD.

    Y no te quepa duda de que yo te estoy echando de menos!! :)

    Ya te contaré cosas y a ver si este finde tienes un hueco y hacemos algo! ;)

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