lunes, 26 de marzo de 2012

La última vez que me robaste el sueño

Pintura de Jamir Johanson

Hastío de días grises en Marzos
oscuros.
Me caigo en tus vórtices ingrávidos,
temidos,
cuyas puertas de alabastro a perdidos
jardines,
me rasgan la piel con diez mil espinas
de olvido.
Aún guardaba tu pista, clavada,
tan fuerte...
de aquella última vez que me robaste
el sueño.

miércoles, 21 de marzo de 2012

El Caladrius / "How to predict the weather" by Aaron Burch

Introducción:
De acuerdo con la mitología romana, el Caladrius es un ave blanca como la nieve que vive en las casas de los reyes. Supuestamente, el pájaro se niega a mirar a cualquier paciente que no va a tener una recuperación completa. El Caladrius existía en la mitología griega bajo el nombre de Dhalion.

Se dice que también es capaz de tener la enfermedad misma y luego volar hacia el sol, dispersando la enfermedad en su camino y curándose a sí misma y a la persona enferma.

Se dice que es análoga a Jesús, cuya crucifixión ha sacado "la enfermedad" (pecado, ver analogía bíblica pecado-enfermedad) y, a través de su "vuelo" de la tumba, salvó a los pecadores.

Existen muchas teorías en cuanto en donde el mito del Caladrius se inició. Una de ellas sería que no es más que el producto de una imaginación demasiado activa, o que fue creado exclusivamente como una analogía.

Otra es que el Caladrius se basa en un pájaro de verdad. De acuerdo con las descripciones de su ser completamente blanco sin negro, es posible que se base en la paloma, o posiblemente en algún tipo de ave acuática como la garza real. Louis Réau considera que lo más probable es que sea un chorlito blanco.

El caladrius a veces aparece en heráldicas, por ejemplo, como la cresta de Keith William James.

Causalidad:
Este pájaro de buen o mal agüero, que parece haber venido también de la ribera de la noche plutónica, junto con su hermano negro el cuervo de Poe ha hecho su aparición en un libro que he terminado de leer hoy: "How to predict the weather" por Aaron Burch.

Antes de abordar el libro, me gustaría remarcar que llegué a él de forma casi azarosa, gracias a ese peculiar y moderno "no sé, lo leí en alguna parte" llamado Twitter. Esta vez se trataba de un nuevo sistema de pago, que como entusiasta de las ideas originales que soy a veces, me decidí a probar. El método en cuestión se llama "Pay with a tweet". Se basa en la viralidad que se genera a través de las redes sociales como Twitter y Facebook para usarlas en beneficio del autor, que ofrece un contenido a cambio de marketing gratuito y desinteresado. ¿A quién le molesta tener que twittear sobre un libro o una canción que se ha bajado gratis? Mientras no bajes a lo loco y llenes de spam las cronologías de tus amigos/followers, todo va bien. Es además, una manera de hacer marketing online gratuito y efectivo. Estamos hablando de personas reales, que se interesan en tu contenido, y lo comparten. Nótese la diferencia con otro tipo de marketing más agresivo y costoso como los anuncios, llevar una página de facebook, hacer concursos para darse a conocer...

Casualidad:
Volviendo al tema en concreto de este libro: En mi curioseo por varias cosas que se podían "pay with a tweet" llegué hasta un libro que me produjo esa sensación de flechazo con la que de jovenzuela elegía los libros que quería leer. Fue un libro que me llamó la atención, por la portada, por los colores, por el tipo de letra, el misterioso título y su aura melancólica y abstracta que más tarde he podido contrastar.



Consecución:
Por esa clase de misterios de la vida que uno nunca alcanzará a comprender, este libro casi parece que se ha leído solo, o que venía empaquetado como en una especie de caja de Pandora que además de lectura, ha traído consigo el ambiente y el temporal a juego. Es un libro breve, de unas 100 páginas, y muchas de ellas son párrafos aparte en medio de la trama con una suerte de instrucciones, a modo alegórico, que acompañaban la historia dándole ese toque etéreo, misterioso, abstracto y opresivo de un cielo encapotado de nubes de humo gris.

Es una historia sobre pérdida progresiva, sobre extrañeza hacia el otro. Una distancia que crece mientras uno cree que está quieto. La relatividad de dos caminantes que de pronto ya no irán por el mismo camino, que cuando se paran a mirarse, se dan cuenta de que ya no se conocen.

No es una historia meramente triste, sino melancólica, nostálgica, angustiosa... Que si me permitís el matiz, es mucho peor. La opresión constante y el sentirse rodeado de alguien que es un extraño es como una puñalada y desangrarse poco a poco.

El temporal nublado y lluvioso de estos primeros días de primavera me han ambientado exactamente igual que en la historia. Doy gracias a Pandora o a quien sea, pues no siempre a uno le acompañan tanto las circunstancias como a mí esta vez. Y por supuesto, destacar positivamente en este caso la brevedad del libro ya que a pesar de mis deberes de estudiante, llevados entre comillas, me he podido permitir adentrarme en esta mini-aventura.

Consecuencia:
He podido disfrutar de una lectura en inglés. Tengo esta lengua abandonada desde que dejé de estudiarla hará como 3 años. Qué mejor manera de volver a amarla que acariciando su literatura. Ahora a ver si me atrevo con algo más clásico, si no me devora antes a mí.

He tenido una primera toma de contacto con lo que se escribe hoy en día en la lengua de Shakespeare, y me ha dejado buen sabor de boca. Antes de generalizar, al menos el autor me ha gustado. Tampoco estoy muy puesta en literatura actual española, no sé si sigue esta misma línea, pero creo intuir, por lo poco que puedo inferir del conocimiento que poseo de ello, que no. Y mis intuiciones son las mismas que me eligen los libros que me gustan, no pueden equivocarse demasiado.

Para añadir a mi lista de hechos médicos curiosos y simbólico-místicos, el Caladrius este me ha llamado la atención. Le escribiré algo alguna vez. Me gusta que su misterio alcance hasta tal punto que no se sepa con certeza si se trata de una especie real.

Y por último, para acabar con las consecuencias... La novela me ha supuesto un soplo de aire fresco, a pesar de que el enrarecido aire que la protagonizaba, destilaba frescura y me hacía pensar en el solitario vuelo de un albatros surcando el océano pre-tempestuoso.


NOTAS:
  • El libro no está traducido al castellano.
  • Tiene poquísimas reseñas incluso en su idioma original. Ninguna en castellano, por supuesto.
  • Si os ha picado la curiosidad, podéis intentar leerlo en inglés. No perdéis nada.
  • Mi entrada anterior es un fragmento de los párrafos-que-ocupaban-una-página que interrumpían la trama.

domingo, 18 de marzo de 2012

BE PURE. Be Icarus and Dionysus both. Look into the face
of others and ask—with your wings and with your eyes—for
their pain. And when they offer up their suffering, their sorrow
and grief, heartache and sadness, take it all into your mouth,
your beak, and hold tight but careful like a stork carrying a
baby. Bundle it all together and carry it away, up toward the
sun, continuing toward the heat with a pureness of heart. Let it
overtake you, let the sun burn the gift you’ve brought. Let it
burn you as well, if it must. Sacrifice.

sábado, 10 de marzo de 2012

Más claro, agua.

El otro día, en concreto el 3 de Marzo, me encontré con un comentario en el blog que me anunciaba sin más, y derramaba agua fría sobre mi despistada cabeza, que delante de mis ojos había algo que necesitaba mejorar del blog. Ni siquiera me había parado a pensarlo.

El comentario podéis leerlo aquí, pero os lo reproduzco:
"como se te ocurre escribir en blanco con fondo negro, es imposible leer asi cualquiera se marea"
Al principio me pareció algo drástico e incluso desagradable por el tono empleado para la sugerencia, ya que si no te gusta el blog nadie te obliga a leerlo, pero... ¡jolines, tenía razón! ¿Cómo es posible que no se me hubiera ocurrido nunca antes?

Supongo que estoy acostumbrada a mi blog en tonos oscuros desde los albores del tiempo de su nacimiento y no me parece una característica cuestionable. Pero visto desde una perspectiva objetiva... Es difícil de leer, sí, y bastante.

Ha tenido que venir un desconocido con un comentario sincero y directo con dudosa intención constructiva (más bien es una queja despiadada) para hacerme abrir los ojos. Me lo ha dejado claro. Más claro, agua.

Ahora sólo me queda decir que meditaré sobre un cambio en el blog. Aún no le he sacado todo el partido que podría, es decir, aún no me he cansado de él. Además, me parece bonito y equilibrado. De todos los que he puesto, creo que éste es el que mejor queda. Pero en fin, en un futuro igual cambio los colores, el fondo... La cabecera me da pena. Además, será entonces más difícil ser coherente con el título del blog si le empiezo a poner demasiadas tonalidades del arcoiris.

No way! Va a seguir teniendo su toque y sabor a mí, pero al menos intentaré que las letras estén en negro/gris sobre fondo blanco o muy clarito. La cuestión siempre tiene que basarse en facilitar el trabajo a los lectores. Ésa es mi meta. El trabajo viene en tener que combinar después el resto y que no quede demasiado pegote. Igual hago otra cabecera también...

El blog volverá a renacer de nuevo. Como se ha ido renovando todos estos años desde 2008, y seguirá haciéndolo, adaptándose a los nuevos tiempos, a mi estado de ánimo. Y sobre todo, a mi personalidad =)