viernes, 4 de febrero de 2011

Manifiesto Steampunk

Steampunk:


Colonizando el pasado para poder soñar el futuro.


El Steampunk es una re-visión del pasado, con las percepciones hipertecnológicas del presente. Desafortunadamente la mayoría de los llamados "steampunk" son simplemente reaccionariamente nostálgicos ataviados. Los sofocantes salones de té de imperialistas Victorianos y mapas desvanecidos de arrogancia colonial. Es un antaño teñido de sepia más apropiado para Disney o nuestos abuelos que una vibrante o viable filosofía o cultura.

En primer lugar, el steampunk es una crítica de la tecnología no ludita.Rechaza la distopía ultra-hip de los ciberpunks y su lluvia negra y posturas nihilistas; mientras que simultáneamente pierde la presunción de la fantasía salvaje de la era pre-tecnológica. Se revela en la realidad de la tecnología, su eseidad en oposición a la sobreabstracción analítica cibernética. La tecnología del vapor es la diferencia entre el "nerd" y el científico loco. Las máquinas steampunk son partes reales, que respiran y tosen, combatientes y estruendosas del mundo. No son las airadas hadas intelectuales de las matemáticas alegorítmicas sino las manifestaciones corpulentas de los músculos y la mente. El prodigio de sudor, sangre, lágrimas y delirios. La tecnología del steampunk es natural, se mueve, vive, envejece e incluso muere. Es la primera tecnología real, así como Dios animó el barro con el aliento, el hombre animó el metal inerte con vapor de agua. 
El Steampunk, como el científico loco, de ser cercado por las siempre crecientes jaulas de las especializaciones. Leonardo Da Vinci es la piedra de toque del steampunker, una difuminación de líneas entre la ingeniería y el arte. Moda y función mutuos dependientes como el pistón y el vapor. El auténtico steampunk busca tomar las palancas de la tecnología de los tecnócratas y poderosos que tratan de drenarlo de ambas sus cualidades artísticas y reales- convirtiendo los monstruos vivientes de las tecnologías en los atontados sirvientes de la comodidad sin sentido.

El auténtico Steampunk no es un movimiento artístico sino un movimiento estético tecnológico. La máquina se ha liberado de la eficiencia y ha sido diseñada por deseos y sueños. La elegancia de la ingeniería óptima se sustituye con la ornamentación necesaria de la verdadera función. La imperfección, el caos, el azar y la obsolescencia no deben ser vistos como faltas, sino como formas de permitir la espontánea liberación de la perfección predecible. La fábrica de la conciencia es derrocada por la bella entropía. El Steampunk crea una paradoja perfecta entre entre lo práctico y la fantasía. Expande los horizontes del arte y la tecnología al ser liberados del control maníaco de los propósitos del hombre. 
La tecnología Steampunk no es ni esclavo ni amo, sino socia o compañera en la exploración de los territorios incognoscibles del arte y la ciencia.

El Steampunk rechaza la política empapada de miope nostalgia tan común entre las llamadas culturas "alternativas". La nuestra no es la cultura del Neo-Victorianismo y el protocolo estupefaciente. Una escapada a los clubes de caballeros y el dictado clasista. Es el hada verde de la ilusión y de la pasión escapada de su botella, extendida a través de los engranajes brillantes de nuestra rabia. Buscamos la inspiración en los callejones ahogados de niebla con humo del Imperio Victoriano. Encontramos inspiración y solidaridad con los bombarderos locos con los puños manchados de tinta, con las mujeres látigo en mano que no ceden ante nadie y los deshollinadores con tos que han escapado de los tejados y se han unido al circo, y con los amotinados que se han hecho nativos y han entregado las herramientas de los maestros a los más preparados para usarlas. Estamos alentados por los trabajadores portuarios de Doglands ya que prendieron fuego a la cámara del Príncipe Alberto y exaltados por los rituales oscuros de la Ordo Templi Orientis. Nos unimos a los traidores del pasado puesto que tramamos traiciones imposibles contra nuestro presente.

Demasiado de lo que pasa por steampunk, niega el punk. Punk en todas sus formas. Punk -el fusible usado para los cañones luminosos. Punk -los oprimidos y sucios. Punk -la ética agresiva del "házlo tú mismo". Permanecemos en los hombros temblorosos de los opio-adictos, dandys, inventores de máquinas de movimiento perpetuo, los amotinados, los vendedores ambulantes, los jugadores, los exploradores, los locos y los literatas. Nos reímos de los expertos y consultores de tomos comidos por las polillas de posibilidades olvidadas. Nos burlamos de utopías mientras esperamos que las nuevas runas se revelen por sí mismas. Contamos con damas o caballeros como medios. Somos una comunidad de magos mecánicos encantados por el mundo real y en deuda con el misterio de la posibilidad. No poseemos el lujo de sutilezas o la posesión de la cortesía, porque estamos reconstruyendo el ayer y asegurando el mañana. Nuestros corsés están llenos de imperdibles y nuestros sombreros de copa esconden crestas despiadadas. Somos chacales de la moda corriendo salvajes en la sastrería.

¡Está vivo! El Steampunk vive en el pasado colectivo reencarnado de sombras y callejones olvidados. Se trata de un wunderkabinett (posiblemente del alemán, un gabinete de las maravillas) histórico que promete, como el Dr. Caligari, despertar a los sonámbulos del presente a la realidad soñada del futuro. Somos arqueólogos del presente, reanimando historia alucinante.

FUENTE: Livejournal del Profesor Calamity
Traducción: Sarai Cervera Sáez

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Hace tiempo que nombré algo del Steampunk en el blog. Desde que conocí este movimiento, sobretodo su estética y su relación con la cultura gótica (pues pueden conjugarse bastante bien), de vez en cuando he estado curioseando sobre sus características y las influencias que está teniendo a día de hoy en muchos ámbitos. Líneas de ropa (Colección de otoño-invierno de Maya Hansen, Bibian Blue...), ambientación cinematográfica (Hellboy, Steamboy, la liga de los hombres extraordinarios...), novelas (la archiconocida "La mecánica del corazón").

Y bueno, el movimiento también está empezando a extenderse en España, y por algún lugar se coquetea con una filosofía steampunk. Como en todo, hay gente que comparte esa visión, y gente que no. Cada individuo mantiene su forma de pensar, es de esta manera que también se puede combinar de manera muy compatible con el movimiento gótico. Sin embargo, sí que es notable apreciar algunas características comunes en la manera de actuar, de pensar, o el filtro de ver la vida y las cosas en estos steampunkers. Pero de ahí a derivar en una filosofía común, creo que es excesivo y queda muy lejano.

Aún quedan muchas preguntas que el manifiesto no responde, como el origen del término Steampunk, así como sus allegados el dieselpunk, clockpunk. Os adelanto que derivan por analogía con la intención del término cyberpunk, el cual es previo y del que parece que se ha tomado la estructura de (inserte-sustantivo-aquí)punk.

Concluyendo con ésto de momento, supongo que me tratará algún que otra entrada más, puesto que no ceso de encontrar información interesante sobre el tema. A mí me parece un movimiento interesante en cuanto a estética y al concepto retrofuturista de un futuro idealista desde un camino diferente que pudiera haber tomado la historia. Sé que existen foros, quedadas y demás eventos de índole retro donde se llega a incluso librar duelos con rayguns de juguete al más puro protocolo victoriano. Llega incluso a parecer una verdadera sociedad victoriana sacada de la máquina del tiempo que sigue tomando el té y cuya tecnología ha evolucionado en un camino diferente... Sin embargo, para otros, los steampunkers son simplemente frikis de los engranajes.


Fotos de una casa Steampunk

Steampunk: Retorno a la Inglaterra Victoriana
- Otra explicación del Steampunk en español