martes, 28 de junio de 2011

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Empiezo a desear lo que no puedo tener,
La luna ha dejado de brillar,
El agua ya no refleja mi rostro sonriente,
Ya no me paro para oler el perfume de las flores.

He perdido la ilusión de que llegue el verano.
Cuando bailo no me extasío hasta llorar.
El cielo ya no me parece el manto más bonito,
Ni mi llanto me parece algo bello y vivo.

Los besos no me provocan cosquilleo,
Ni los abrazos me calientan.
Cuando me golpeo sueno a hueco,
Y las palabras me quedan tan grandes…

Sólo anhelo altas horas de la madrugada.
Dormir. Pero hasta en sueños deseo huir.
La realidad me asfixia con un lazo de seda,
Y me ahogo en un pantano que se llena de fango.

Mi estrella se ha ido a brillar a otra parte,
Y mis zapatitos amarillos no me quieren llevar a casa.
Siempre supe que estaría acabada
Cuando ya no pudiera ver belleza en el mundo.

 ~S

miércoles, 22 de junio de 2011

Diáspora

Esta vez no hay crónicas, he pasado de contar mi aburrida vida, ahora cuento la de otros.

Quizás sea un proyecto que no llegue a ninguna parte, pero creo que la idea original que tengo y como la estoy organizando es la más buena de todas las que he tenido. Total, para quedar inconclusa y abandonada en un cajón, como pasa con todo.

Estoy escribiendo algo (no se ni la longitud, ni la temática exacta...) que va a ir publicándose por capítulos. En la televisión el equivalente sería una serie... supongo. Tengo previsto el desarrollo de los personajes, les estoy haciendo una ficha completa a cada uno (¡y hay bastantes!). También haré fichas de los lugares con datos, descripciones, características, lugares emblemáticos y los borradores de los capítulos para luego pasarlo a redactado.

No prometo un buen trabajo, mi habilidad en la escritura no da para más. Espero al menos que os divirtáis y poder organizar mis ideas de una manera más seria para lograr comprometerme más con la labor de continuar y verlo todo más factible. También espero que les cojáis cariño (u odieis) a mis personajes, que reflexioneis sobre las decisiones que toman... Ya que las circunstancias son algo diferentes a las actuales.

Y... ¿Por qué Diáspora? Ya lo entenderéis, pero diáspora significa "Dispersión de grupos humanos que abandonan su lugar de origen."

Me ha gustado la palabra =)
Y espero poder entreteneros con muchos capítulos de Diáspora por un tiempo, a ver qué tal se me da.
Podéis seguir la historia, leerla o descargar los capítulos desde esta dirección:

http://mundodiaspora.soopbook.es/

O pinchando en la imagen de la portada:

miércoles, 15 de junio de 2011

Eliminando cadenas invisibles

Pues algún día tenía que pasar. Si no me enfrento a mis miedos, me seguirán persiguiendo hasta la eternidad. En cierto modo he preferido que fuera ahora, mucho mejor que dentro de unos años, cuando vaya a optar a algún trabajo y tenga que hacerme un reconocimiento médico.

Ha sido una experiencia, como muchas otras que haya podido vivir o viviré, pero en cierto modo, esta era un poco más especial, porque lo consiguiera o no, esto supone un paso grandísimo en la superación de mis miedos. Vacunas ya me quedan pocas en la vida, pero analíticas seguramente aún me quedan, así que hay que acostumbrarse cuanto antes.

En el fondo tenía ganas de que llegara este momento (bueno, eso de tener ganas cogido con pinzas o entre comillas) porque quería demostrarme a mí misma que era más fuerte que mis miedos, que nada puede conmigo. Que soy dueña de cuanto hago y cuanto quiero, que tengo el absoluto control de mi voluntad y puedo mantener la calma y serenidad en las situaciones más difíciles. Es, en cierto modo, una manera de librarme de unas cadenas invisibles que me atan y me supeditan a mis miedos. Unas cadenas que en cualquier momento pueden hacerse notar y apresarme. Y yo soy libre, no soy presa de nadie, yo elijo qué camino recorrer y sólo mi voluntad es capaz de hacerme caminar con paso firme y sin titubear.

Bueno, heroicismos aparte, lo que sí que me ha pasado es que me he medio mareado. Ha sido curioso notar cómo a pesar de no sentir dolor ninguno (bueno, el justo de la aguja, pero para eso ya me entrené ayer) he sufrido gradualmente de una pérdida curiosa de fuerzas. Si ya en sí mi fuerza no es demasiado hercúlea, y últimamente estoy más débil aún, pues imaginate, poco a poco, ir cayendo en sopor, en debilidad, esa atmósfera de dulzor paralítico que te entra cuando te mareas... Me han llevado a una camilla que había en un lado y me he tumbado. Y no estoy yo diciendo que me estoy mareando y me dice la enfermera: ¿Has desayunado? Pues es por eso.
¡Vamos, no me jodas! Yo sé de sobra que no te entra así de rápido el mareo cuando no has desayunado, y lo que es más, ¡¿cómo voy a desayunar si para hacerme una analítica tengo que estar en ayunas?! De verdad... me sacan de quicio. Pero bueno, cuando ha visto que mi tez adquiría un tono blanquecino curioso, ya me han llevado a la camilla, y me han dado un caramelo de mora, que no estaba malo, pero en cuanto me lo he metido a la boca se ha resquebrajado y partido. Luego antes de irme como aún seguía blanca, tras volverme a tumbar mi madre me subió las piernas, me entró la risa y me tragué una parte del caramelo, la más grande. Podían haberme matado con eso. Pero bueno, aquí estoy ya, en casa, sana y salva, débil y con el algodón y el esparadrapo en el brazo que me cortaba la circulación (qué bestias son), así que he cortado por la parte del codo para tener más movilidad.

Otro momento destacable ha sido antes de entrar, cuando han abierto. La gente (que no era poca) que estaba esperando en la parte de fuera, como yo, ha entrado en masa y aglomeración. Y yo, desde atrás, no he podido reprimir el pensamiento de "míralos, como cerdos entrando en el matadero". Lo que tiene el miedito, que te hace exagerar, no nos iban a matar ni mucho menos, pero la ocasión requería de un comentario así de sádico xD
Mientras esperaba mi turno, que justo han entrado los primeros de golpe hasta el 7 (yo era el 8, vaya, qué casualidad), he podido mirar cómo se les despachaba a los de delante, o al menos hasta que ha salido el primero que ha terminado y ha dejado hueco para mí. También me he percatado de que aquello de privado tenía poco, luego por la simple vergüenza no podía liarla mucho. A un pobre señor parecía que le estuvieran hurgando con saña. He pensado que como me hicieran eso a mí... Ese ha sido el hombre que me ha dejado el sitio libre. Pero al menos la enfermera se ha portado mejor conmigo. Más le valía.

Tampoco ha faltado el típico tocahuevos de antes de que abrieran, contándole a otro abuelo cómo le dolió la aguja y cuánto daño le hicieron. Gracias, simpático. Y pocas cosas dolorosas habrás sufrido tú si eso te hizo tanto daño. Lo pensé, y sé que no duele casi, pero aún así no puedo evitar tenerle respeto. Espero no tener que volver a decir la palabra miedo. Pero aunque haya ganado esta batalla, aún me quedan muchas más que tendré que superar. Que en esta haya salido victoriosa no quiere decir que sea un ejemplo extrapolable a otras circunstancias futuras. Todo está por ver, pero al menos, no he montado el numerito.

A partir de ahora, nada me puede frenar, a seguir rompiendo cadenas =)

viernes, 10 de junio de 2011

Jueves 9 de Junio - Crónicas del exilio 2.0


Son las 00:48, así que puedo decir que es jueves. Estoy viendo House. Bueno, ahora están en anuncios, ya se sabe cómo son las cadenas con las series estrella y sus horarios de prime-time. Y eso que son capítulos repetidos. Al final va a resultar que me voy a aficionar a la televisión y todo. Lo que hace la falta de internet…

Creo que en realidad es que el silencio permanente me incomoda. Conscientemente no, me relaja. Inconscientemente supongo que sí. Pero ya que tengo la mente dispersa, algo de sueño y no me apetece estudiar, prefiero algo de distracción que no provenga de mí, y la tele es lo más parecido a conversación. Al menos, anima un poco esta casa tan solitaria. Ya verás, me voy a convertir en otra persona jajaja –es broma- Tanto tiempo sola me va a trastornar, mi córtex prefrontal del cerebro, el que controla mi personalidad… Uuuhhh que interesante, que divertido. Pero no creo que pase nada. Supongo que estoy bien, sigo igual de sociable, al menos hoy (ayer) lo he demostrado.

¿Otro capítulo más? ¿Es la 1 y cuarto de la noche y empieza un capítulo de House? A la mierda la curiosidad, yo me voy a dormir.

Mentira… Sigo aquí, ya son las 2 menos veinte, pero es que este capítulo es aún más interesante que los otros. Lo bueno o malo que tiene no ver la tele a menudo es que aunque sean capítulos repetidos, no los he visto de todas formas. Pues ale, a ver si acaban los anuncios, y termina ya el capítulo. Prometo que después de este me voy a dormir, me caigo de sueño.

¡Buenos días! ¡Hay que divertido! ¿a qué no sabéis qué estoy haciendo? Estoy dictando al ordenador. Es tan divertido… Aunque me siento un poco “loquendo”, y encima tengo que deletrear algunas palabras difíciles, como la que está entre comillas. Pero aún así es genial. Acabo de pensar que hacer esto con los archivos de las diapositivas de clase tiene que ser una ventaja increíble, porque podré leerlo y dictarlo a la vez, ahorrando así mucho tiempo y esfuerzo. Pero lo mejor de todo es que con el tiempo el ordenador aprenderá a reconocer mi voz y yo cada vez podré dictarle más rápido, pero siempre con voz clara, y mi querida máquina mecanografiadora hará el trabajo por mí. Oh, qué poderosa me siento, aunque a veces me saca de quicio porque entiende lo que le da la gana y me estoy empezando a quedar afónica. Aún así he escrito ya un párrafo curiosamente largo. ¡Qué leches! ¡Me encanta esto! Ale, voy a seguir estudiando y a dejar esto descansar, me duele la garganta y todo ché. ¿Pero y lo que mola? Jajaja.

Miércoles 8 de Junio - Crónicas del exilio 2.0

Ayer martes no pasó nada destacado,  tuve tiempo más bien de poco. Por la mañana todo marchó normal. Después de comerme una ensalada césar que venía con los ingredientes en un paquetito muy majo, y que por cierto estaba muy buena, me dispuse a partir hacia la biblioteca de la playa. Allí estuve un rato estudiando con Pablo y preparé la clase con Luis, le escribí un texto en inglés yo con mis propias manos, y me di cuenta de que ha pasado mucho tiempo desde que dejé el idioma aparcado. Me costó en algún momento encontrar la expresión que quería, y la falta de perfeccionamiento del mismo hace que la posible riqueza de vocabulario quede tan sepultada mentalmente, que es muy difícil recuperarla. Para esto supongo que leer sería lo mejor, pero la verdad, encontrar libros interesantes que no sean demasiado complejos como para leerlos en inglés es algo tremendamente complicado. También he notado que he perdido soltura con la gramática. Dudo, y tiendo a hacer frases simples porque empiezo a cuestionarme si esto o aquello estaba bien y se podía poner o no. Sin embargo, a mi favor debo decir, que los errores antaño cometidos alguna vez pero corregidos, los he podido recordar. Al menos puedo reconocer cuándo algo está mal.

Entonces, cuando terminé la clase, pues al final entre una cosa y otra, se equivocó de biblioteca (¡se fue a la UA!), tuvo que venir, y la hora de clase… ya nos cerraron y me fui a coger el tram. La verdad es que aún le queda, y tiene el examen el viernes, pero yo no tengo tiempo que perder porque tengo millones de cosas que estudiar para la semana que viene, o como yo la llamo: la semana fatídica. No la llamaba así, pero se me acaba de ocurrir y me gusta. Nadie va a venir a contradecírmelo.

Ayer casi no me podía dormir. Supongo que no fue el café malo de máquina que me tomé por la tarde, porque sería muy triste que aún me durara el efecto tras tanto tiempo siendo unos inútiles polvos en agua caliente… Estuve atormentándome (sin querer, lo juro) con malvadas ensoñaciones del también ultramegafatídico día 15 (el día que me hacen los análisis, para quien no lo sepa. Les tengo pánico a las agujas clavándose en mi piel). Que desagradable, por favor. Entonces mi mente luchaba por intentar recuperar el dominio de mi voluntad aunque sólo fuera en las ensoñaciones mismas. Debo decir que recité algunas citas muy chulas, y mi teatro mental quedó estupendo. Otra de las cosas que mi malévola mente empezó a planear fue la estrategia de escondite por si los improvistos de hoy. Llegué a pensar cosas muy ingeniosas. ¡Pero no podía dormir, que era lo importante! ¡Cómo odio estar tumbada dando vueltas sin dormir y perdiendo el tiempo y horas de sueño a la vez! Es una fatal doble pérdida de tiempo y energía, pero bueno… También tengo que decir que esa cama me parece incómoda un rato, y la almohada ni te cuento. Nunca me ha molestado, pero se ve que me estoy haciendo mayor y empiezo a ser más quejica. Esto de la soledad también me está volviendo una vieja huraña, aunque espero que se solucione al volver, o al terminar exámenes.

Al que no le parece incómoda la cama es a Pablo (o no lo sé, le preguntaré cuando despierte), al pobre le ha dado la migraña y ahí lo tengo, durmiendo como un angelito. Hoy se ha venido por aquí por San Juan para hacerme compañía. Hemos jugado al tenis media hora porque el sol ha venido a jodernos y en serio, es agobiante jugar mientras el calor te asfixia. Hemos comido y nos hemos puesto una película antigua, “Las uvas de la ira”, muy buena, por cierto, una crudeza brutal. Una gran muestra del realismo de principios de los años 30. ¿Por qué una película antigua? ¿Y por qué no? Hay muchas joyas del cine, películas de las buenas (de las que ahora escasean) que tienen muchos años. Y cierto es que con el mobiliario así antigüillo del apartamento, también daba el pego. Muy vintage todo. El caso es que se ha perdido la esencia del cine. Ahora cualquiera sale en una película, y los dramas no son tan dramas, la fantasía sólo son efectos especiales uno detrás de otro… como algunas películas porno, sin argumento o con una mierda de guión. O son realmente irreales y artificiales, como esas de matar, que son tan frías, que te dejan a ti también frío e insensible, hasta tal punto que acabas pensando: pues mira, la verdad es que la solución a mis problemas sería pegarle un tiro a más de uno, si tuviera un arma y fuera tan frío como el protagonista… Se crea así una especie de “nuevos héroes”. Están los típicos superhéroes: serviciales, entregados, casi inmortales, porque se salvan de todo… O los típicos “héroes rebeldes”, también llamados “el terror de las nenas”: chulescos, fríos, insensibles, desobedientes (que sí, que mucho morbo) pero creando una idea del mundo irreal. La muerte toca a todos por igual, y tú ves con actitud chulesca que te van a dar palos por todos lados. Pero nada, la vida de las películas es tan perfecta, que hasta las cosas malas son predecibles. Y bueno, me dejo tratar muchos otros tipos de películas, pero ya en otro momento, que me he cansado de escribir por hoy. Bah, tanta palabra para decir que el cine es una mierda. Eso nos pasa por encargarles el auge de la industria cinematográfica a los yanquis. Ellos son así.

Corto de momento la conexión y más tarde reanudaré con novedades, si las hay. Qué irónico, la conexión… como si pudiera acceder a ella. Qué cosas tiene la vida.

lunes, 6 de junio de 2011

Lunes 6 de Junio - Crónicas del exilio 2.0

Ayer por fin llegué y me instalé. Cuando se fueron todos, allá por las 9, cené tranquilamente… bueno, con un solo percance, y es que parece ser que la tostadora no salta por sí sola. Claro, yo seguía haciendo otras cosas mientras esperaba, hasta que me pareció que la demora era excesiva. Entonces la paré y efectivamente, se había pasado de tueste. Vamos, que se había quemado y eso estaba más duro y más seco que una piedra. Aún así, pude salvar las tostadas, puesto que no me quedaba otro remedio, tengo las rebanadas de pan de molde contadas y justas para la cantidad de días que los utilizaré. Las salvé rascando con un cuchillo la parte excesivamente quemada y negra, sobre el fregadero, animándome porque debajo de la capa de quemado, aún había chicha de tostada sin quemar. Bien, terminé mi faena, y fue entonces cuando me percaté de que el fregadero estaba lleno de migajas diminutas y negras, hasta el escurreplatos. Habían saltado a lugares inimaginables… Menuda liada. Pero bueno, ya me entretuve luego también limpiándolo. Cené tranquilamente, con música en el ordenador, porque la verdad es que no me salió de dentro poner la tele, nunca hacen nada bueno, y si lo hacen me quedo viéndolo y no hago nada de provecho. Y claro, tanta música… al final acabé bailando un ratito. Eso al menos me permitió entrar en calor, ya que aquí por las noches refresca un poco más. Me sentí bien durante un rato. Luego me di cuenta de que era tarde y que debía hacer algo, porque si no perdería el poco tiempo que me quedaba del día. Me saqué los apuntes, los dejé encima de la mesa… y acabé leyendo. Total –me dije- aún tengo toda la semana, mañana empiezo.

Cuando terminé el libro del Marqués de Sade, no se me quedó sabor agridulce como muchos de los libros que lees, sino que esta vez se me quedó un estado interno de casi shock. Definitivamente, es un libro raro, muy diferente, tiene ideas que la verdad, no se ven todos los días. Lo peor de todo es que están argumentadas (algunos argumentos me parecen contradictorios e incluso infundamentados) pero el resto está todo bien organizado y justificado… Y claro, que te justifiquen el crimen, la violencia, el incesto, el adulterio, la prostitución y por el contrario te condenen cualquier virtud o sentimiento hacia otro ser pues, como se comprenderá, no es algo que ocurra a diario.

Con esa sensación tan extraña me fui a dormir, y me di cuenta de que esa cama es incómoda. La almohada es tan blanca que se me hunde la mitad de la cara, tal que la misma almohada me tapa la visión de ambos ojos: el que está hundido, y el que bloquea con lo que se levanta al apoyar yo mi cabeza. Es una cama pequeña y bueno, tardé en dormirme por incomodidad. Me desperté súbitamente sobre las 9 de la mañana, pero juzgué que aún no era hora de levantarse, pues seguía teniendo sueño y me acosté sobre la 1 de la noche. Así que dormí una hora más.

Y nada, ahora he desayunado en la terraza, con un sol de justicia. Al principio le parece a una que es la gloria del paraíso, pero te acaba asfixiando. Me he entrado dentro, y me he puesto a escribir, pero ya mismo me voy a poner con las prácticas, por si al final he quedado con Seira, tengo que tener ya casi todo adelantado, para ponerlo en común. Que mi vagancia y tendencia a dejarlo todo para el final y hacerlo rápido y mal no influya en mi pobre compañera de prácticas. O estudio parasitología, ¿o ampliación a la fisiología? ¿Y si me dejo alguna de las dos? Uff, que difícil todo… ¿Qué me hago hoy de comer?

Bueno,  esta mañana ha sido algo productiva, ahora esta tarde en un rato me dispongo a partir hacia Alicante con el tram para asistir a clase de Tribal, que no me lo pienso perder, por supuesto. Me acabo de acordar también que en la estación del tram del mercado hay wifi, por lo que bien cuando salga de clase, bien ahora cuando vaya (o en ambas ocasiones), me quedaré un rato allí gorroneando internet para ponerme al día de las cosas que suceden en el mundo de allá fuera, ver si mañana tengo que ir a la uni o qué y planificarme un poco las cosas. Actualizaré el blog con esta parte del diario que corresponde a hoy mismo, para dejar constancia cada vez que me conecte de todo lo que me va sucediendo. Creo que también le dejaré una carta a Pablo en su buzón de correo de Hotmail, para contarle unas impresiones superficiales del libro que terminé ayer, ahora que lo acabo de leer y tengo visión de conjunto del mismo. También me ha llamado la atención una noticia de carácter social que he observado en la televisión. No era una noticia cualquiera como las que se suelen ver normalmente, reflejaba un aspecto de la sociedad actual derivado de la vida en las ciudades. Cuando he puesto la televisión, ya estaba acabando, sólo he llegado a escuchar que 1 de cada 9 vascos (supongo que sería un ejemplo o que el estudio ha sido realizado en dicha comunidad) no tenía amigos. Así de simple. Que la soledad de estos ciudadanos vascos (y lo han extrapolado también a todos aquellos que viven en cualquier  ciudad) era cada vez mayor. Han salido dos chicos a quienes preguntaban la cantidad de amigos que tenían y contestaron ambos que 4 o 5, que podían contarse con los dedos de una mano.

Más allá de la simpleza o superficialidad que pueda parecer que tiene la noticia, lo intrínseco de la misma es inquietante y se puede extraer mucha información o mucho caldo de cultivo para un estudio social del individuo actual. Este estudio acarrea una deshumanización de los ciudadanos para con sus vecinos. Uno no se siente implicado con el resto de gente con la que convive, a pesar del hecho de que en las ciudades existe una aglomeración de gente mayor que en el campo y la cercanía o el roce con el resto de seres humanos debería generar más lazos. Por el contrario, los lazos familiares eran los que se habían fortalecido en este proceso de metropolización. Una imagen de una numerosa familia comiendo juntos en la misma casa escenificaba el comentario del narrador de la noticia.

Paradójicamente, cuanto más “en masa” conviven los individuos, estamos viendo que más individualmente se comportan. Luego es probable que en medio de un conglomerado de gente, se produzca un efecto sinérgico y los individuos acaben agobiándose con una cantidad de gente que en realidad no les aporta lo más mínimo. Me planteo que se podría declarar la obsolescencia de las ciudades como modo de organización de la vida humana. Sin embargo, la cercanía de acceso a los recursos, la comodidad de tener que desplazarse poco para obtener lo que se necesita, para ir a trabajar, dificultaría otro modo de vida en el que la distancia jugase un papel más importante. Quizás próximamente, los lazos familiares acerquen tanto a sus componentes que dichas familias acaben viviendo como vecinos, pues les es más cómodo estar cerca de aquellos con los que sienten que sí tienen un lazo, de tal manera que acaben creándose núcleos familiares en los distintos edificios o zonas de las ciudades. Aún queda mucho camino, pero si alguien se ha entretenido en analizar la sociedad, la ha estudiado y se ha llegado a presentar una noticia en los informativos del mediodía con esa temática, supongo que el efecto o el cambio respecto a otros años es bastante más notorio. Al fin y al cabo, miradme a mí… En San Juan, sin tener trato con nadie en absoluto las 24 horas del día, y aventuro que aparte de mi familia cercana (y tampoco creo que mucho), solo dos personas y mi gata podrían llegar a echarme en falta. Y fíjate que los gatos no son muy cariñosos…

Cuando tenga más tiempo seguiré con mis reflexiones por escrito, sin embargo, dejo el trabajo de este estudio a algún sociólogo. Yo no pinto nada opinando sobre lo que la gente hace o deja de hacer ni sobre lo que sienten hacia sus vecinos cociudadanos; ahora tengo que ponerme a hacer cosas: Seguir con los cálculos de las prácticas, hacer la fregaza, cambiarme e irme a coger el tram. Parece que no, pero ni aún así el tiempo me resulta suficiente, ¡ya son las 5 de la tarde! Creo que no me da tiempo a escribir la carta.
Vale, por fin conseguí sacar el peso molecular de hipoclorito sódico. Gracias a un programita friki que casi olvidaba que tenía en el móvil. Una tabla periódica con un montón de propiedades de los elementos cuando pinchas en ellos. Lo sé, es una frikada, pero lo bajé en mi ansia de meterle cosas chulas y/o entretenidas al móvil y andaba por ahí. Me ha salvado, he podido terminar la práctica 6 con éxito sin tener que recurrir a internet. 

Hoy también después de comer he visto unos diez minutillos o así de un documental sobre el espacio. Se llamaba creo que “Hunting the edge of space – The ever expanding universe”. Me ha suscitado ideas que he anotado en Word mientras lo veía. He tomado un par de apuntes rápidos de lo poco que he visto, pues ya estaba empezado cuando lo he puesto. Esto de mecanografiar (a lo cutre) está haciendo que coja habilidad con la escritura a ordenador, me alegro mucho de ello. Tiempo bien empleado. Os expondré lo que he pensado sobre ello otro día, hoy si lo hago perderé el tram.

Buenas noches, supongo, si no pasa nada nuevo que deba escribir.