viernes, 1 de octubre de 2010

Euforia tranquila

Hoy, recordando una canción que me gusta y dejando volar mi mente me he visto involucrada en un episodio de removimiento de ciertos sentimientos (felices, por cierto, lo cual no termino de entender pues desconozco su procedencia). Lo atribuyo a la canción, que siempre me ha suscitado emociones contradictorias.

Es una canción de ritmo más o menos lento, y siempre me ha transmitido mucho. Por una parte, es entristecedora, melancólica, como un sedante dulce del dolor. Pero por otra parte, la canción llega un momento en que te transmite una felicidad en esencia, felicidad pura. No hablo de alegría, sino de felicidad (recalco), de cuando te sientes completo, lleno por dentro, y eso te hace sentir una inmensa tranquilidad, como cuando miras el horizonte en el mar. Pero la felicidad siempre es algo alegre, y esa tranquilidad en realidad está enmascarando una euforia que no puede sino intentar disimularse, puesto que el estado de locura al que conduciría no es recomendable ni aceptado socialmente. Sólo se refleja en una sonrisa de idiota en la cara, una sonrisa permanente y estúpida, que no quiere marcharse, ni puede marcharse. Porque es una sonrisa que no tiene motivos pero los tiene todos.

Y claro, cuando uno almacena mucho sentimiento... acaba por explotar. Y es entonces cuando lloras, lloras de felicidad. Es un hecho poco común, pero bello del todo.

Espero que alguna vez podáis sentir esta "euforia tranquila", o al menos revivirla de vez en cuando como yo con esta canción. Bocaditos de felicidad, aunque sean pasajeros... pero a veces es lo único que necesitas.

Me encanta esta canción.

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