Ayer tuve un sueño.
Era todo tan irreal,
perdí la noción del tiempo
si acaso el tiempo seguía existiendo.
Ayer creí viajar
donde la imaginación no alcanza.
Creando paraísos artificiales
que ni siquiera llegué a pisar.
Fue sólo un sueño,
que convertía la realidad en pesadilla,
y me entregué sin pensarlo
pero olvidé que estaba soñando.
Y de pronto todo se desvaneció,
como el humo que se disuelve.
Dolió, pero el dolor también se esfumó.
Todo fue como debió haber sido,
y lo que alguna vez fue no es ni será más...
Y así fue que de pronto desperté
Y todo fue sino un sueño.
Y todo fue sino un sueño,
una sombra de lo imposible,
una ilusión sin más,
un falso y efímero sueño.
Y los sueños, sueños son.
Tuve un sueño, que no fue solo un sueño...
¿Acaso hubiera sido mejor no soñar, no abandonarse al dulce sabor de los sueños? Pero, ¿cómo evitarlo cuando olvidas que estás soñando? ¿Y si ahora ya no puedo volver a soñar más? Porque tengo miedo, quiero abandonarme otra vez, pero el recuerdo del dolor me frena. Tengo insomnio. Quiero soñar, quiero hacerlo, de verdad, pero no tengo derecho a vivir un sueño que no me pertenece. Un sueño del que igual alguna vez despertaría... y dejaría a la otra persona con el suyo sin acabar, otra vez. Y otra vez no...
(Por favor, obviemos calidad literaria y demás, ya se que es horrible...)
Son tan insondables los caminos que emprendemos, como las decisiones que precipitan los pasos que decidimos en ellos, que podría decir, sentir, que también es como un sueño, fugaz y ficticio, pues en ocasiones nos sumergimos en casualidades que parecen hilvanadas por un fascinante sortilegio.
ResponderEliminarY es que, he de decir, que deambulando taciturno en un océano de versos, he varado en esta elegante costa, aún no sé muy bien cómo, quizá azorado por la violenta tormenta o mecido por una cálida brisa, para encontrarme con unas palabras que han anegado mi inspiración. Porque yo también he tenido, tengo y tendré un sueño, que no sólo fue, es y será un sueño. En lo mas profundo y hondo de mí sé que nunca será sólo un sueño.
Desconozco porque deposito estas palabras aquí y ahora, de verdad que no esperaba hallar un poema de estas características, tan similar a un sentimiento que me acompaña desde tiempos pretéritos, pero digamos que ha sido una enardecida necesidad para mí grabar en la memoria de tu apasionante 'blog' la impresión de un ávido lector que goza de evocadores poesías.
Créeme, a pesar de que sea un absoluto desconocido, una sombra que se proyecta en los enigmáticos interstícios de la red para vertir su verbo con mayor o menor coherencia, que la literatura que late en ti no es, ni por asomo, horrible. Más bien diría que es un diáfano claro en el más frondoso de los retorcidos bosques del alma.
Así pues, agradezco que la caprichosa Fortuna me haya traído hasta este hermoso recodo de la ensoñación.
Seguiré y perseguiré tu literatura.
Hasta más ver :)