lunes, 19 de diciembre de 2011

"El silencio del fuego" de Graciela M. Alfonso

Tramo I

Quiero escribir el sordo poema
que complejo juegue en el devaneo,
en la quieta incertidumbre,
y en la mano oscura del dolor.

Quiero escribir en memorias infinitas,
sobre el hombre que camina y olvida;
sobre el misterio, que vecino se aproxima
y sobre la rota existencia humana.

Pero necesito un tiempo extenso
donde albergar las palabras,
para componer un triste verso desnudo
y para no morir, terminando un poema.


Quiero escribir el sordo poema
que trémulo tiemble,
como las azules antorchas
de la senil y amarga sabiduría.


Tramo II

Creemos devenir
en un amanecer remoto
surcando los confines
de nuestras pausas.

Creemos sobrevivir,
delimitando las adyacencias
y las incongruencias
de nuestra extraña malsanidad.

Callados y espantados
sembramos soledades en los vientos.

Es el mito del hombre,
que no halla guarida para su niño
y espanta amores en la vejez.

Es el hombre eternamente solo
en su finitud monocromática,
destruyendo con su prestigiosa ignorancia
el último beso del reencuentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario