jueves, 8 de octubre de 2009

Cartas Inmortales II - Sentido de la vida, objetivos y motivaciones



Hola de nuevo, querido compañero eterno:

Veamos, ahora voy a responder a la primera… Esta me ha costado más, porque aunque extraño, nunca me había planteado algo así. Para mí, levantarme al anochecer y afrontar una tediosa noche más no me requiere pensar qué es lo que me impulsa a seguir otro día. Es algo sistemático. La pregunta se puede afrontar de varias maneras. Puedo hablar del sentido de la vida, de mis objetivos o de mis motivaciones. Puesto que todo eso es lo que guía mis pasos cada día que pasa. Necesito que mi vida tenga sentido para continuar, necesito unos objetivos que cumplir y unas motivaciones para cumplir dichos objetivos, lo que daría más sentido a mi vida. Así que es un cúmulo de cosas relacionadas entre sí.

Pues bien… veamos. Es difícil hablar sobre el sentido de la vida, ya que cada uno tiene el suyo propio y personal. Ciertamente, a mi me daría igual si un día no me despertara… se acabaría todo y punto, creo que he vivido lo suficiente, no me lamentaría. Además, no temo a la muerte, así que el miedo no es el sentimiento que dirige mis pasos. Pero si pudiera elegir, querría quedarme, porque aún me queda mucha “vida”, o mejor dicho, mucha inmortalidad por recorrer, muchos momentos que disfrutar, cosas nuevas que descubrir, sensaciones, sentimientos que vivir. Y una de las razones para querer quedarme son las personas a las que estoy ligada, pues comparto mi inmortalidad con gente especial para mí, seres como yo a los que verdaderamente amo, o mortales que me acompañan y regalan el tiempo de su vida, lo más valioso que tienen. Y yo los protejo, porque también los amo. Los pequeños momentos de felicidad, de risa, de bienestar, o incluso los momentos de tristeza, son con las personas hacia las cuales siento que estoy unida. El secreto de mi inmortalidad reside en que tengo con quien compartirla. Esta unión es más fuerte o menos según la persona, y es de diferente tipo con cada uno, pero existe. Y es lo que los humanos llaman amistad. Creo, para mí al menos, que la amistad es un tipo de amor, y es así como yo lo veo, ya que es muy valioso. Para mí estos seres ocupan un lugar preferente en mi vida. Uno de mis objetivos es ser lo más feliz que pueda, y mis seres queridos (entre los que estas tú, aunque hable en tercera persona xD) consiguen sentir que estoy aprovechando mi inmortalidad y disfrutándola al máximo en lugar de amargarme, marchitarme y deteriorarme con el tiempo. Ahora bien, la unión más fuerte entre dos personas es el amor, el que todos conocemos con dicho nombre. Ese sentimiento que todos anhelamos en la vida y que nos aporta tanto grandes momentos de algo muy parecido a la felicidad completa, como momentos del mayor dolor interno jamás imaginado. Aún así, el amor, es tan necesario para la vida… ¿Cómo si no podríamos vivir en nuestra reducida sociedad si no nos amáramos? Acabaríamos matándonos todos o muriéndonos de aburrimiento y soledad. Bueno, pues el amor en cualquiera de sus formas es algo tan grande que merece ser aquello por lo que te despiertas cada día. Saber que hay seres a quienes les importas, que si desaparecieras no simplemente vas a ser olvidado, que ocupas el corazón de alguien.

Pero también encuentro el sentido para seguir adelante en mi progreso y evolución personal, en conseguir avanzar, lograr lo que me propongo. Hacer de mi inmortalidad no sólo algo llevadero simplemente, sino también enriquecedor. Esforzarme por comprender todo lo que ocurre a mi alrededor, y ver recompensado mi esfuerzo. Entender el mundo en el que me ha tocado vivir tantos y tantos incansables años e infatigables noches eternas. También dejarme embriagar por la belleza natural o creada por el hombre, lo que es el arte en cualquiera de sus manifestaciones, e incluso tratar de crear tu propio arte, tu propia belleza artificial pero sobrecogedora. Es por eso que me gusta la música, el teatro, la lectura, la pintura, la fotografía, la danza…Es por ello que anhelo encontrar mi vía de escape escribiendo, o intentando componer con conocimientos muy básicos de guitarra, cantando y llevando al límite mi voz con el canto lírico, en mi vida mortal me apunté a teatro el escaso tiempo como para representar algún papel secundario, intento aprender retoque fotográfico con photoshop, aunque me cuesta horrores entender el programilla dichoso (estas tecnologías de hoy en día…) y aprendí lo básico de danza oriental, con intención de especializarme en tribal fusion, una rama que está naciendo y evolucionando, aunque en España aún no se ha extendido mucho… y que me encanta. Excepto la pintura, que nunca se me ha dado del todo bien, tengo tantas opciones y tantos campos por explorar que me quedo en lo básico de cada uno. Pero cada pequeña muestra de arte en cualquiera de estas modalidades me produce una satisfacción interior que no podría describir con palabras. Es como si pudiera capturar o producir parte de la belleza del mundo. Pero pienso que estaría mejor centrarse en una cosa en concreto, pero no puedo decidirme. Aunque claro, por qué decidirse si tienes una eternidad para hacerlo todo. Pero los siglos avanzan, y si yo no avanzo en mis artes me quedaré estancada y no podré progresar más.

Pues la satisfacción de producir o contemplar belleza, junto con la de comprender y entender todo cuanto puedo del mundo que me rodea es la motivación que me hace seguir esforzándome en ello, para lograr estos objetivos y así seguir alcanzando la mayor felicidad posible. ¿Qué hacemos sino en nuestra vida que intentar avanzar, sin percatarnos incluso, en el camino hacia la mayor felicidad alcanzable? Nadie es tan idiota como para perseguir la infelicidad, vamos, aun no se de nadie que lo haga…

Y eso es todo. Mi alma y los cimientos de mi inmortalidad están aquí expuestos. No sé lo que pensarás de ellos, ni con lo que estarás de acuerdo y lo que no, pero yo sólo los he expuesto, piensa lo que quieras y contesta, o no lo hagas. Aún en nuestra inmortalidad, tenemos la posibilidad de libre elección que algunos no tuvimos en el momento más importante que cambiaría nuestras vidas… para acabar con ella y a la vez alargarla. No-vida, no-muerte, sólo maldición eterna…

Mis sinceros desos para ti,

Lady Morgane

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